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  • Úrsula Álvarez Gutiérrez

Un demonio habita en mí. Fantasma o Resurrección. (Endometriosis, marzo 2021)

Ojalá sea su fantasma penando en mi cuerpo. Tiene que ser un berrinche espectral. No puede ser más que su manera de despedirse de mí. De ninguna forma puede ser prueba de su resurrección. Es imposible que la Endometriosis haya vuelto. Mis médicos son mi dream team, competentes, compasivos, de prestigio mundial. La Endometriosis no puede haberlos vencido. La Endometriosis no puede volver a atacarme. No.


A la cirugía de Endometriosis Profunda le sigue un periodo largo de medicación. El cerebro de una mujer que ha conocido la Endometriosis sigue produciendo dolor. Es un tema neurológico, me explicaron, algo así como el “síndrome del amputado”. Año y medio después de mi última cirugía, he tenido que escribir un whatsapp: Me muero de miedo Superman, el dolor ha vuelto. Ahora tomaré cuatro pastillas al día para vencer al fantasma del demonio. Porque es un fantasma, de ninguna manera puede ser una resurrección.

Endoguerreras, se llaman las mujeres que intentan vencer a la Endometriosis. Después de mi última operación, pensé que quizás yo lograría ser una escribiendo. He escrito testimonios denunciándola, no quería escribir más. Yo no soy una endoguerrera ni quiero serlo. Yo soy solamente una mujer, con toda la fuerza y la vulnerabilidad que implica serlo. La Endometriosis invadió hasta los rincones más sagrados de mi vida. Ya la enfrenté. Ya peleé con ella muchas veces. Ya tuve al mejor ejército para liquidarla. Los mejores médicos que una mujer puede tener son los míos.

“Benigna,” llaman a la Endometriosis. No sé dónde guarda la benignidad una enfermedad inenarrablemente dolorosa. “Cáncer Blanco”, le dicen, porque aunque funciona igualito al cáncer, no mata… ¿matar de dolor no es matar? “Silenciosa”, también le dicen y ahí sí que atinan. Cuando la Endometriosis ataca, una se vuelve estatua, no respira, no llora, no grita, no gasta fuerzas en vano.

Visto en Internet. Autor desconocido.

Marzo es el mes designado para visibilizar la Endometriosis. La Endometriosis ataca a una de cada diez mujeres y puede aparecer o reaparecer aunque la mujer no tenga útero ni endometrio. Los médicos especializados en tratar la Endometriosis son muy pocos en el mundo. Demasiado pocos. Insuficientes. Una mujer con Endometriosis no puede darse el lujo de dejarse atender por cualquier médico. Un médico cualquiera puede lastimarla seriamente. Las mujeres necesitamos más especialistas en Endometriosis. La Endometriosis mata el espíritu de una mujer y eso es peor que matar su cuerpo. Yo tengo la bendición de estar a un whatsapp de distancia de profesionales de renombre e integridad y estoy aterrada... ¿cómo estará una que no sabe cómo se llama el taladro que lleva adentro?


Visibilidad para la Endometriosis. Ataca a una en diez. Comparte este artículo. Gracias.

Úrsula Álvarez Gutiérrez

Santander, 7 de marzo 2021.

Mi testimonio en orden cronológico se lee en:




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