De las impresiones extraordinarias producidas por aquel inenarrable suceso ¿cuál recordar ahora que pueda comprenderse todavía?
Entonces, conmovidos como los elementos de la naturaleza los del espíritu, se dilataron las perspectivas de la consciencia, que mostró lejanías imponentes como las muestran los cielos cuando inmensa exhalación hiende los trémulos espacios; y el alma fue inundada por la revelación terrible de lo infinito del dolor.
Después, retirada la inundación aquella, y aunque la planta de la nueva vida tuvo por riego sangre y fuego por luz ¿quién sabe ya lo que esto implica verdaderamente?
Pero aceptamos que la sangre lava y el fuego purifica, y la fe anuncia que el dolor redime; y si esto es verdad de alguna manera… ¡preciosa vida la de este pueblo desgraciado; redimida, santificada, inmortalizada en un día; día de Pasión sobrehumana, como no la vio el mundo después de la de Dios!
Domingo Gutiérrez Cueto /sin fecha
Manuscrito de Domingo Gutiérrez Cueto (Cantabria 1870 -1921). Abogado, periodista, escritor, político republicano. Probablemente se refiere a la explosión del navío Machichaco, cuya bodega repleta de dinamita ocasionó la mayor tragedia vista en Santander hasta el año 1893.
Si es verdad que el dolor redime, preciosa vida la de este mundo desgraciado, redimida y santificada en unos meses.
Úrsula Álvarez Gutiérrez
Santander, 12 de abril 2020
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