Soy arequipeña y sólo supe de mis raíces cántabras hace unos años, lo único que yo sabía es que mi bisabuelo era español y mi abuelo nació en Perú pero también era español. He escrito siempre, desde niña, estrené caligrafía tembleque con cartitas para mis papás. Creía haberlo heredado de mi papá, un señor que hablaba lindo y escribía mucho más lindo, pero ahora sé que en mi familia materna, la cántabra (‘tribu de gentes raras’), casi todos nacieron con una pluma entre los deditos.

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A finales del 2015 comencé a escribir artículos en mi página de Facebook, ¿dónde más comienza una cuando las palabras la atragantan? Luego me incliné hacia los cuentos y creo que esa es la rama que me gusta más. Cuento historias reales desde mi forma de ver la vida, es así como en uno de mis cuentos habita un marino cuya mascota es un dragón. A ese marino, que existió, se le atribuyen tantísimas hazañas que sólo teniendo un amigo dragón es posible creerlas. En mis cuentos, cuando la gente está demasiado triste, se hunde;  el sufrimiento, según mi experiencia, causa eso, y los afortunados se desentierran solos al sentir los gusanos arrastrarse por su piel.

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Los artículos e historias colgados en mi Facebook personal fueron leídos y compartidos. Entonces abrí una página sólo para mis escritos y algunos blogs y revistas peruanos publicaron unos cuantos. Después de eso, la revista virtual Mujeres Mundi (Bélgica), dirigida por Xaviera Medina, me pidió colaborar con periodicidad. Y en el 2018 una revista virtual cántabra me abrió las puertas de Cantabria demostrándome una vez más que amor y magia son la misma cosa, así como Arequipa y Cantabria.

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Éste es mi primer sitio web propio y mi blog tiene tres temas: Sixtina, donde cuento la vida de mi familia materna, los Gutiérrez Cueto, durante los siglos XIX, XX y XXI; Entrañando, donde relato mis experiencias como arequipeña en Cantabria; y Mujer, que contiene escritos de diferentes temas, vistos siempre e inevitablemente desde el corazón de la mujer que soy.